CONCILIANDO LOS OPUESTOS
DESDE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

Aunque es cierto que las niñas y niños viven descentrados, es decir que la mayor parte de su tiempo habitan el espacio imaginal, la propuesta propone hacer visible el proceso que invita a cruzar el puente que los llevará del espacio literal al espacio imaginal, en un hacer arte que incluye el cuerpo, el alma y la mente, y luego volver de ahí a la realidad cotidiana de una manera más integrada. Una danza en la que se confía y se deja el control y se le da forma a la creación. Es decir, “atendiendo el fuego” y no permitiendo que nos queme. Incorporar esta separación en el ejercicio pedagógico permite ir construyendo una claridad sobre el mundo cotidiano, “real”, y el mundo imaginal, y comprender esto a partir de la experiencia llega a convertirse en un recurso para las niñas y niños cuando van creciendo y transformándose. El saber que hay dos espacios y tiempos necesarios, vitales, permite reconocer cuando no están en equilibrio y permite ser restaurados.

Me parece muy interesante ser testigo de cuáles son los recursos que traen los niños y observar cómo a partir del caos y la exploración, naturalmente buscan crear y conectarse consigo mismos.

¿Qué hace una facilitadora de artes visuales desde las artes expresivas en el ámbito educativo?

Educadora de arte:
Facilitas encuentros. Al ser atenta testigo, propones experiencias, percibes, escuchas el llamado de cada daimon y respetas los propios movimientos internos de tus alumnas y alumnos, del grupo o del experto. Aportas ideas a partir de las sensaciones que te produce el proceso del cual eres parte. Acoges lo que surge sin juzgarlo, acompañando el proceso; enseñando a observar, moldeando y honrando el camino compartido. Te asombras con la belleza única y te nutres de ella, respondiendo y compartiendo la experiencia.

La propuesta se propone rescatar esa sensibilidad original, esencial y única que tenemos todos, para permitirnos desarrollar las posibilidades de exploración, de expresión, creativas y finalmente, de múltiples aprendizajes. Es un planteamiento que pone mayor énfasis en la sensibilización y la libertad de elegir para acceder a nuestras habilidades expresivas, creativas, fortaleciendo la iniciativa y la confianza, la comprensión de quiénes somos, para relacionarnos con mayor solidez con el mundo en el que nos ha tocado vivir.

“… only if the school allows intuition into the tuitional methods of the teacher can a bridge be thrown across, allowing the gift to emerge from the limits.” HILLMAN, James. The Soul’s Code.

Sin este primer paso, cualquier proceso de aprendizajes relevantes puede quedar desconectado de nosotros, de nuestra alma, de quiénes somos auténticamente, y por ende, de diluirnos en la vorágine del mundo. Por ello, es fundamental volver a recordar esto, volver a esa experiencia primigenia, volver a ser niños manteniendo viva nuestra auténtica energía creadora como paso previo a cualquier tipo de proceso de aprendizaje.

La sensibilización es esencialmente nuestro primer contacto con el universo, con lo que nos despierta la curiosidad. Es desde ahí que podemos hacernos preguntas y explorar lo que nos interesa o necesitamos conocer. Es por ello que es un requisito indispensable para adentrarnos en lo desconocido, construir el verdadero Conocimiento, que es a lo que aspiramos y que permitirá conocer todo lo demás acerca del mundo.

Si bien el objetivo principal de la enseñanza artística no es el de ser una experiencia terapéutica, la experiencia artística entendida así, sí puede facilitar un mayor bienestar personal de cada individuo, niño, adolescente o adulto, y por ende un mayor bienestar general para un mejor vivir. Desde mi rol como educadora de artes visuales, si bien es claro que el objetivo principal puede no ser terapéutico, facilitar y acompañar el hacer arte inspirado en las artes expresivas, sí resulta siendo terapéutico al cumplir una función mayormente preventiva. Este bienestar general a partir de la libertad de expresarse, será definitorio para desplegar y facilitar diversas posibilidades de aprendizaje, desplegar las facultades y el llamado de cada uno, definitorio para transformarnos, crecer, florecer y aportar.

Tomando en cuenta que somos seres interconectados, el hecho que tengamos mayores posibilidades de expresión, de poder expresar nuestra voz auténtica, nuestro ser y estar en este mundo, permitirá consecuentemente, una mejor convivencia y salud de la comunidad global a la que pertenecemos.

Sin descuidar el aprendizaje de la técnica ni la reflexión sobre el poder del lenguaje visual y la respuesta estética, la propuesta enfatiza la vitalidad del espacio y tiempo intermedio donde ocurre la exploración, la imaginación, la expresión y la creatividad. Mi deseo es aportar a las experiencias de enseñanza de otros maestros, ya que es evidente que le han dado un vuelco a la experiencia de aprendizaje de mis alumnas y alumnos de primaria desde hace cinco años. Me ilusiona imaginar que pueda enriquecer la experiencia vital de muchos más estudiantes del curso de artes visuales en nuestro país.