APORTES A LA EDUCACIÓN
DE LAS ARTES VISUALES

Dentro de este contexto, el objetivo es principalmente preventivo, ya que el trabajo incluye a una población diversa de aula y se trabaja con objetivos específicos de la materia de las Artes Visuales. Paso a presentar ejemplos de cómo estas experiencias son transformadoras a nivel individual y grupal.

La idea principal es que al facilitar estos encuentros a través de la sensibilización, se genere una movilización interna de sus imágenes, propiciando su surgimiento y una transformación personal relevante. Se apela así a los recursos que cada individuo tiene, independientemente de la edad que cada niña o niño tenga, generando un espacio y tiempo donde estas imágenes, ya sean oscuras o luminosas, sean recibidas, honradas y aceptadas. Un espacio donde l@s artistas se sientan empoderados en su potencia creadora.

LA OSCURIDAD DESATENDIDA

Sería una oportunidad enorme para una maestra poder darle una chimenea de desfogue a las imágenes que viven escondidas en las oscuridades del alma. No es necesario hacer un trabajo con ellas desde la práctica docente, porque no es su rol, pero sí debiera ser su rol acogerlas con respeto, aceptarlas, validarlas, ser testigo de su presencia. Hacer eso, sería de una enorme ayuda para las niñas y niños que las producen. Como hemos visto tantas veces, una imagen dolorosa rechazada magnifica la frustración y la rabia, y alimenta el deseo de destruir. Acoger las imágenes violentas tiene un rol preventivo en el contexto formativo, ya que expresan metafóricamente por medio de elementos propios de las artes, emociones que no se pueden comunicar de una manera verbal. Las imágenes sirven como un recipiente seguro para esas emociones.

EDUCANDO
AL CORAZÓN IMAGINATIVO

La experiencia artística tiene el poder de asombrarnos, de conmovernos, de movernos, de sugerirnos, de cuestionarnos, de invitarnos a imaginar, de facilitar proponer soluciones creativas y finalmente, de transformar la realidad. Tanto desde el hacer arte como desde el atestiguar, el arte nos invita a sentir, nos invita a reflexionar, nos invita a actuar. Soy una convencida de que todos estos aspectos son importantes y deben ser fomentados; sin embargo, pienso que la sensibilización para el encuentro con uno mismo y con el mundo, para un real conocimiento, es un punto de partida fundamental para poder desarrollar los demás aspectos del conocimiento. Así como el acoger la diversidad, para lo cual hay que alejarse de una manera tajante de la estandarización en las experiencias de aprendizaje y aceptar los distintos modos en los que nos acercamos a los aprendizajes y al conocimiento.

El arte nos cuenta quiénes somos y nos permite también contar quiénes somos. Hacer arte nos permite contar cómo vemos el mundo y cómo nos vemos en el mundo.

INTEGRANDO ELEMENTOS
DE LAS ARTES EXPRESIVAS

Mi experiencia en el proceso terapéutico desde las AE ha sido enormemente inspiradora y ha aportado mucho a mi praxis como maestra. Desde que se inició mi viaje como educadora de artes visuales, lo que me parecía siempre fascinante era que independientemente de las edades que me tocaba acompañar, los procesos de transformación se daban en nuestro vínculo durante el hacer arte. En esa dinámica rica donde tantos elementos diversos juegan roles importantes, era evidente que principalmente era la confianza y el respeto por la esencia de quien cada uno es, lo que facilitaba un descubrimiento y una posibilidad de expresión y de crecimiento personal. ¡Cuán fundamental es el acompañamiento respetuoso, el estar presente en el vínculo entre maestrxs y alumnxs!