LA FIERA TINKUY
Trabajar con niños me apasiona y me estimula, y a la vez recarga mi propio impulso creador. Si bien es cierto que la energía que se invierte es importante, la energía que se recupera la compensa completamente. Trabajando con niños, participo de su impulso vital por crear y expresarse a través de diferentes medios y lenguajes y noto que para ellos la incertidumbre no es un problema sino más bien es estimulante y motivadora. Para los niños pequeños especialmente, dentro de su espontaneidad, surge con mucha facilidad y frecuencia el momento “ahá!”, el momento de la sorpresa. Este funciona como un motor que echa a andar la potencia de transformación. Intuyo que sus imágenes les hablan directa e instantáneamente a su alma, así como el proceso de crearlas en el que se ven envueltos. Desde mi rol como maestra de artes visuales, me enriquezco al participar de esos momentos mágicos donde el asombro, la imaginación y la creación están íntimamente ligados. Mi tarea es retar esa curiosidad a través de las exploraciones con la sensibilización, acompañar sorpresas y descubrimientos, acoger las imágenes, sean estas amables o violentas, facilitar esos encuentros de almas creando junto a los otros, aprendiendo a valorar la experiencia estética. Es un privilegio atestiguar sus procesos de encuentros.
La educación artística es fundamental en la escuela, porque no hay mejor memoria de quienes somos que nuestras imágenes y la experiencia poética las actualiza, nos recuerda quienes somos y de dónde venimos; nos habla claramente de nuestra Verdad y de nuestras auténticas fortalezas. Quizás sea el último rincón posible hoy en donde niñas y niños puedan ser quienes son en libertad, jugando, persiguiendo el sol, auscultando la tierra, sensibilizándose y explorando el territorio oculto de sus emociones. Por lo menos desde esta trinchera, mientras se termina de comprender que el arte es fundamental a lo largo de nuestras vidas, nuestras almas puedan vivir más despiertas y con mayor esperanza de salud, que impacte positivamente en el mundo que compartimos.
El haber podido encontrar una zona de encuentro saludable a través de las AE han inspirado mi propuesta educativa. En ella incorporo experiencias en donde se juega y se explora con la oscuridad, como la metáfora de lo que no se conoce, en un espacio seguro y contenido. Es una invitación para despertar a la fiera creativa de las niñas y niños, y que permanezca libre y honrada para siempre.
APORTES A LA EDUCACIÓN
DE LAS ARTES VISUALES
Las Artes Expresivas aportan a la Educación Artística en el contexto escolar al acoger todas las imágenes que surgen en el contexto de una escuela tradicional, tanto las agradables como las que no lo son tanto. La propuesta pedagógica muestra los procesos creativos a través de los encuentros de niñas y niños con sus imágenes a través de la sensibilización, la exploración y el juego.